Este jueves, Antonio Carbone, empresario canadiense, hizo una entrada espectacular ante la Procuraduría General de la República (PGR) para presentar una querella explosiva. Acusó a varios funcionarios del gobierno actual y pasadas administraciones, incluyendo al diputado Sergio Moya de la Cruz "Gory" y al ex presidente Danilo Medina, de haberle arrebatado bienes valuados en más de 580 millones de dólares.
Carbone, escoltado por seguridad y vestido con un chaleco antibalas, llevaba consigo dos cajas llenas de pruebas que respaldaban sus acusaciones. En su comparecencia ante los medios, identificó a múltiples figuras prominentes, entre ellas el legislador Gory, ex ministros como Simón Lizardo y Donald Guerrero, así como también al hermano de Danilo Medina, Alexis Medina.
Además, señaló a funcionarios de la actual gestión, como José Leonel (Neney) Cabrera Abud, ex titular de la Dirección General de Proyectos Estratégicos y Especiales de la Presidencia (Propeep), entre otros.
Carbone, quien afirmó temer por su vida, detalló que la confiscación de sus bienes incluyó 13 casinos, 198 bancas deportivas, 1,397 bancas de loterías (El Gordo Iberoamericano y Lotería Nacional), 108 vehículos y otros inmuebles. Afirmó que Moya de la Cruz está en posesión ilegal y arbitraria de una parte de sus activos, valorados en 50 millones de dólares.
La querella también se extiende a otras 127 personas que han ocupado o actualmente ocupan cargos en el gobierno actual. Este escándalo ha generado una enorme conmoción en la opinión pública, mientras las investigaciones prometen develar una trama de corrupción de proporciones significativas.